lunes, 3 de septiembre de 2012

Los fieles responden en masa a la coronación de la Milagrosa

Miles de personas asistieron a un acto emotivo y de gran belleza plástica


Era un acto excepcional en lo religioso con el que la Virgen de A Milagrosa de Carballo se unía a la de la Barca de Muxía como la única coronada en la Costa da Morte y así lo entendieron tanto los fieles como los representantes de instituciones y entidades de la comarca que acudieron en masa a los actos celebrados ayer en Carballo.

Durante toda la noche y hasta las cinco de la madrugada decenas de personas trabajaron para elaborar las alfombras florales -las más espectaculares que se recuerdan en la localidad- sobre las que discurrió la procesión, y ya por la mañana empezaron a llegar hasta A Milagrosa grupos organizados, vecinos y autoridades para participar en los oficios.

El periodista de La Voz Santiago Garrido fue el encargado de leer el pregón en el que, además de hacer un repaso por el significado histórico de este enclave religioso, incidió en el interés que sigue despertando, como prueban los 51.300 peregrinos que visitaron el santuario durante este Año Jubilar Mariano.
Ya en la misa, que duró casi dos horas, durante las cuales los miles de asistentes trataban de protegerse como podían del sol que cayó a plomo durante todo el acto, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, aprovechó la homilía para felicitar a los carballeses por la gran acogida que tuvieron los actos.

Entre tanto, la profesora malpicana Gloria Pardines Rojo, se encargaba de dirigir el coro formado por más de 200 personas, que representaban a las 35 agrupaciones que actuaron en la capilla los sábados de este Año Jubilar y que estuvieron acompañadas por la banda Eduardo de Pondal de Ponteceso.
Acabados los oficios y antes de la procesión, el propio arzobispo fue el encargado de colocarle la corona a la Virgen en el momento más emotivo de la jornada y que desató las muestras más visibles de fervor religioso.
La joya, una valiosa pieza de oro y esmeraldas realizada por un platero de Santiago, fue una donación de las familias Becerra Lema y Lema Cotelo, representadas por Nely Lema y Elena Cotelo, que subieron al palco para entregársela a Julián Barrio.

Ya con la corona fijada, la imagen salió en procesión por el entorno de la ermita entre el júbilo de los fieles y la admiración de todos los asistentes por la hermosa estampa que ofrecía el paso de la comitiva sobre las alfombras florales.

El párroco de San Xoán Bautista, José García Gondar, que tuvo ocasión de oficiar la ceremonia junto al resto de destacados representantes religiosos, calificó el acto como «moi gratificante pola concorrencia e a devoción», al tiempo que añadió que, pese a que el Año Jubilar toca ya a su fin, «tanto a obra social como a apostólica quedan aí e terán continuidade no tempo».


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