La Voz de Galicia | harry dorial
Curiosa historia, para empezar. Ana Rosa Fernández Gil es una médica de Cuenca, aunque nacida en Madrid, que ayer acudió a Carballo para agradecer la curación del cáncer de colon que le detectaron hace justo un año. Se le vino el mundo abajo, explica. Por casualidad, el 4 de septiembre estaba en casa convaleciente y vio por la tele la retransmisión de la misa de apertura del año jubilar mariano, emitida desde un lugar del que no había oído hablar. Rogó por su curación, dice. Tuvo ocho sesiones de quimio en seis meses, con ciclos de 21 días en el hospital, y 14 en casa con la quimio oral. «Pensaba que me moría», detalla. Pero no, y el 15 de febrero se acabó el tratamiento y ahora se encuentra perfectamente. Así que, para dar gracias, decidió venirse a Galicia estos días acompañada de su hija Lucila, de 10 años, «un enorme apoyo, siempre pendiente» de ella. Ya conocía la región por los congresos médicos, pero no Carballo, que le ha sorprendido «gratamente», más grande lo que se esperaba. Junto al párroco, José García Gondar, estuvo ayer en la capilla. Ana se define como creyente, «pero no una comecirios». Una persona normal que se siente marcada por esta experiencia. Para ella no hay debate entre la ciencia y la creencia, dada su formación. «Antes que médico, soy persona», aclara. Y bromea con que alguien pueda pensar que se ha quedado «rayada» por todo el proceso que ha tenido que sufrir: «Nada de eso, estoy muy bien», sentencia.
Por cierto, y hablando de la capilla de A Milagrosa. Esta tarde, en la misa de las 19.00 horas, actuará el carballés Manuel Cancela, muy conocido en todas las iglesias de Bergantiños, donde es llamado con frecuencia. Asegura que va a realizar unos cantos espectaculares.
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